MITO: AL CONTRATAR UN EXTERNO NO CUENTO CON UN FUNCIONARIO
DE TIEMPO COMPLETO, 100% disponible para mi empresa
Realidad: En una empresa nunca se utiliza 100% del pensamiento estratégico de su gente. Por el contrario,
mucha parte de su tiempo se “malgasta” en situaciones internas que aportan poco o nada de valor. Lo ideal es
pagar sólo por el tiempo útil que realmente se necesita, y eso es justamente lo que ofrecemos.
MITO: La respuesta NO es tan inmediata como la que podría OBTENER del personal interno.
Realidad: Nuestra oferta incluye el servicio a distancia en cualquier momento, lo que significa una velocidad
de respuesta similar a la que podría obtener con un funcionario trabajando en otro edificio.
MITO: Abrir nuestros proyectos a personas externas puede vulnerar la
confidencialidad de los mismos, sobre todo en DESARROLLOS estratégicos.
Realidad: La gran mayoría de los casos de fuga de información ocurren desde el interior de las organizaciones,
a través de sus propios empleados o cuando éstos se alejan de la compañía. Es falso suponer que porque
“pertenece a la empresa” la información se mantiene “protegida”. Por el contrario la continuidad de nuestro
trabajo se basa justamente en la confiabilidad que generamos en nuestros clientes, garantizada además, por
convenios de confidencialidad establecidos desde el primer momento de la relación.
MITO: Las “ideas” que recibo pueden no ser exclusivas, LO QUE ME HARÍA PERDER ventaja competitiva
Realidad: Las “ideas” no son “descubrimientos” sino aplicaciones del conocimiento a un propósito en un entono
y contexto determinado. Justamente es este contexto el que hace que una idea sea válida para una empresa
pero no necesariamente aplicable para otras. Por otra parte, los convenios de confidencialidad nos obligan a
no favorecer la competencia entre nuestros clientes, por lo que este factor desaparece como amenaza para
nuestros clientes.